Ir al contenido principal

Cómo arreglar el mundo en el s. XXI

Entre las acepciones que se atribuyen al término ‘ reaccionar ’ están: «actuar por reacción de la actuación de otro, o por efecto de un estímulo», «recobrar la actividad», «defenderse o rechazar un ataque o agresión» y «oponerse a algo que se cree inadmisible». Estos significados se refieren a hechos activos, es decir, requieren algún tipo de acción por parte del individuo. Y todos sabemos que la acción es lo contrario de la pasividad . Actualmente, en cambio, el término ‘reacción’ parece haber contraído un nuevo significado. Ahora se les llama ‘reacciones’ a los comentarios que sobre algún tema realizan los usuarios de las redes sociales. Los tweets se usan hoy en día para medir la opinión de la gente. Twitter es una especie de sondeo constante en tiempo real. A simple vista, estas circunstancias pueden parecer inofensivas e incluso atractivas, ya que la gente tiene la oportunidad de expresarse con total libertad en unas condiciones nunca antes experimentadas en la historia d...

Esclavos del primer mundo, parte 3: la hora o la vida


A la redacción de Partículos ha llegado la siguiente carta. Con ella hemos querido cerrar el ciclo «Esclavos del primer mundo».

Queridos todos:

Hace dos semanas decidí que debía cambiar drásticamente mi manera de vivir. Me había dado cuenta anteriormente de que, a pesar de tenerlo todo, no lograba estar en paz. No me refiero a la felicidad, esta es efímera y se reduce a unos pocos instantes. Lo que había notado no era amargura o hastío, sino tensión, nervios, saturación… como si viviese en un estado de alerta permanente. A veces llegaba a ser consciente de la contracción de mis músculos, del agarrotamiento de mis miembros, de que mi mente estaba muy lejos de donde se encontraba físicamente mi cuerpo.

Lo que he cambiado no ha sido mi trabajo, mi vivienda o mi familia. En realidad todos ellos son la base de la poca estabilidad que siento. Con lo que estoy intentando acabar es con algo realmente banal, pero de lo que es casi imposible librarse en nuestro mundo: con las horas.

La vida cíclica es algo que me resulta del todo insoportable. Es cierto que necesito puntos de referencia, como todos, pero no temporales, en todo caso físicos (mi pueblo natal, la casa de mis padres) o personales (mis amigos, mi familia). Tengo la curiosa habilidad de recordar lo que sucedió hace una semana, hace un mes o hace un año, siempre he podido decir: «tal día como hoy ocurrió tal cosa». Esto me ha permitido ser consciente de lo rápido que pasa el tiempo. Pero hace dos semanas me pregunté: «¿y qué es el tiempo?». Tras esta cuestión, vinieron muchas otras: «¿tiene sentido la manera en la que medimos el tiempo?», «¿es natural?, es decir, ¿se ajusta realmente a lo que sucede en la naturaleza». Traté de entender este concepto tan complejo acudiendo a las explicaciones científicas, pero entonces me topé con que ni siquiera los expertos eran capaces de definir con precisión el tiempo… Qué curioso, se supone que nuestro sistema de medida del tiempo es uno de los inventos más precisos del hombre y resulta que en realidad no sabemos qué estamos midiendo… Lo único en lo que los científicos parecen estar de acuerdo es en aceptar la teoría de la relatividad de Einstein, pero mis burdos conocimientos sobre física o matemáticas solo me han permitido entender más o menos que se refiere a que espacio y tiempo son inseparables, es decir, que el tiempo depende del observador, de si este se mueve o no y cómo lo hace. Luego me topé con este párrafo en la web de la BBC y tuve que parar de leer para que la cabeza no acabara por explotarme:

Para que lo entiendas, lector, piensa por ejemplo en lo que estás haciendo ahora mismo: leyendo este artículo frente a la pantalla. Pero tu "yo" actual ya no ocupa el mismo espacio-tiempo que el de hace un segundo. El que dejaste atrás sigue existiendo en otro plano aunque no lo puedas ver. Y así cada segundo que pasa.

No he llegado a comprender qué es el tiempo ni cómo nuestro cerebro lo percibe, pero he podido entender que los relojes son grilletes que todos llevamos desde que nacemos. Ahora dudo de la existencia de los segundos, de los minutos, de las horas, hasta de los días, los meses y los años. Es verdad que existen ciertos ciclos en la naturaleza, pero probablemente ni siquiera hemos empezado a descifrarlos.

Todas estas reflexiones son muy enriquecedoras, pero no sirven para nada si no se materializan en un cambio de comportamiento en la vida real. Es prácticamente imposible llevar a la práctica las ideas que han nacido en mí, pero siempre hay algo que se puede cambiar, por ínfimo que sea. Antes creía que comer y cenar a la misma hora me hacía sentir en calma, que programar mis tareas me capacitaba para hacerlas mejor, que mi momento de relajación comenzaba forzosamente a partir de las 22 h… Creía tener cada cosa bien controlada, como si mis días fuesen cajones llenos de horas perfectamente ordenadas. Pero llegué a entender que ese tic tac que oía dentro de mí me estaba envenenando lentamente.

Ahora sueño con un mundo en el que no existan los minutos. Quizás penséis que estallaría la anarquía, que nadie acudiría a trabajar ni a la escuela, que sería un absoluto caos… Yo, en cambio, me he convencido de que la sociedad seguiría avanzando, a otro ritmo, esta vez irregular, en compases de amalgama, pero siempre hacia adelante. Al fin y al cabo:

Otro de los principios aceptados por los físicos es que el tiempo va para adelante y nunca para atrás.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cómo arreglar el mundo en el s. XXI

Entre las acepciones que se atribuyen al término ‘ reaccionar ’ están: «actuar por reacción de la actuación de otro, o por efecto de un estímulo», «recobrar la actividad», «defenderse o rechazar un ataque o agresión» y «oponerse a algo que se cree inadmisible». Estos significados se refieren a hechos activos, es decir, requieren algún tipo de acción por parte del individuo. Y todos sabemos que la acción es lo contrario de la pasividad . Actualmente, en cambio, el término ‘reacción’ parece haber contraído un nuevo significado. Ahora se les llama ‘reacciones’ a los comentarios que sobre algún tema realizan los usuarios de las redes sociales. Los tweets se usan hoy en día para medir la opinión de la gente. Twitter es una especie de sondeo constante en tiempo real. A simple vista, estas circunstancias pueden parecer inofensivas e incluso atractivas, ya que la gente tiene la oportunidad de expresarse con total libertad en unas condiciones nunca antes experimentadas en la historia d...

¿Dónde está la realidad?

Hace más de veinte años que los reality shows forman parte de la programación habitual de nuestro país. El 23 de abril del año 2000 se estrenó la primera edición de Gran Hermano. Como puede apreciarse, tanto la fecha como su nombre poseen connotaciones literarias innegables, y es que, en sus orígenes, el formato emanaba cierta belleza artística (aunque solo fuese porque nos recordase a la dramática historia de Truman). Lo único que ocurría en aquella casa era todo lo que acontece en cualquier hogar. Pero aquel experimento sociológico enganchaba por el desconocimiento que los concursantes tenían de lo que sucedía fuera de la casa, lo que les hacía comportarse con naturalidad e ingenuidad. Los espectadores se sentían identificados con ellos porque veían reflejadas sus conductas en aquellos personajes que actuaban en una comedia sin saberlo. Era conscientes de que estaban siendo grabados, pero no de la repercusión de sus palabras y sus actos ni del modo en el que la audiencia estaba recib...

Vivir sin compromiso

Las dos primeras acepciones de la palabra compromiso son «Obligación contraída» y «Palabra dada». Si examinamos la número uno, observamos que la RAE no especifica si dicha obligación se contrae porque se obtiene algo a cambio o de manera desinteresada. Y este matiz es fundamental. ¿Diríamos que una persona que trabaja en un comedor social está igual de comprometida con alimentar a los más vulnerables que el voluntario que realiza la misma labor de manera altruista? Hay una diferencia enorme entre comprometerse para obtener un beneficio y hacerlo sin esperar nada. Las personas suelen dividirse en estos dos grupos y los componentes del segundo, los que se comprometen de verdad sin pedir nada a cambio, se están extinguiendo poco a poco. Dar la palabra (segunda acepción de la palabra ‘compromiso’) es una metáfora preciosa de lo que hacen estos seres de luz: entregan una parte de sí mismos como garantía de que cumplirán lo que dicen, independientemente de que una recompensa cualquiera le...